
Un examen dental es una visita de rutina en la que revisamos sus dientes, encías y boca para detectar cualquier signo de caries, enfermedades o problemas, lo que ayuda a detectar problemas de manera temprana y a mantener su sonrisa saludable.
Durante un examen dental, revisamos sus dientes, encías y mandíbula. Podríamos tomar radiografías para detectar problemas ocultos. Es una medida proactiva para detectar pequeños problemas antes de que se agraven.
Los exámenes dentales regulares detectan pequeños problemas antes de que se conviertan en problemas graves. Ayudan a mantener dientes y encías sanos, previenen futuras emergencias dentales y mantienen una sonrisa en excelente estado año tras año.
Examen dental
Protege tu salud bucal con chequeos.
Todo paciente debería hacerse un examen dental al menos dos veces al año. Es fundamental para detectar signos tempranos de caries, enfermedades periodontales u otros problemas de salud bucal antes de que se vuelvan dolorosos o costosos de solucionar.
Durante su examen, su dentista revisará sus dientes, encías, mordida y cualquier área problemática. Es posible que le tomen radiografías. Es una cita preventiva e indolora que ayuda a detectar problemas a tiempo y le prepara para una salud bucal exitosa a largo plazo.
Un examen dental dura entre 30 y 45 minutos. Incluye una inspección visual, radiografías si es necesario y una revisión de su salud dental. Los exámenes suelen combinarse con limpiezas y le permiten a su dentista detectar problemas antes de que se agraven.
Los exámenes dentales son preventivos, incluso si no se siente nada mal. Saltarselos puede permitir que pequeños problemas se agraven. Es la mejor manera de prevenir caries, problemas de encías o daños antes de que se conviertan en procedimientos costosos o dolorosos.
No hay recuperación después de un examen dental. Si se toman radiografías, puede reanudar su actividad normal de inmediato. Si el dentista detecta algún problema, le indicará los pasos a seguir para el tratamiento o la atención.