
Una fractura dental es una grieta o rotura en la estructura dental que puede causar dolor o sensibilidad. La atención inmediata restaura la función, alivia las molestias y previene mayores daños o infecciones.
Evaluamos el daño y utilizamos adhesivos, coronas u otras restauraciones según la gravedad. El objetivo es proteger el diente, prevenir infecciones y restaurar su resistencia y apariencia lo más rápido posible.
Reparar un diente fracturado restaura la comodidad, lo protege de infecciones y evita la extracción. Le devuelve la función y la apariencia normales para que pueda masticar, sonreír y hablar sin dolor.
Diente fracturado
Reparar dientes rotos y restaurar la función.
Cualquier persona que se astille, agriete o rompa un diente, ya sea por un traumatismo, por morder alimentos duros o por rechinar los dientes, debe buscar tratamiento. Las fracturas dentales pueden causar dolor, infección o daños mayores si no se tratan.
El tratamiento depende de la gravedad. Puede recibir una adhesión, una corona o un tratamiento de conducto. Su dentista le devolverá la forma y la fuerza, manteniéndole cómodo. En muchos casos, las reparaciones se realizan el mismo día, lo que le ayudará a sonreír y masticar con facilidad de nuevo.
El tratamiento de una fractura dental varía según la gravedad. Una fractura leve reparada con adhesión puede tardar solo 30 minutos. Una corona o endodoncia puede tardar entre 1 y 2 horas o requerir una segunda visita. La duración del tratamiento se adapta a sus necesidades.
Un diente fracturado debe tratarse de inmediato para prevenir una infección o una mayor rotura. Dependiendo de la gravedad, podría necesitar una adhesión, una corona o un tratamiento de conducto. Evite masticar del lado dañado hasta que esté reparado.
Dependiendo del tratamiento, podría quedar con un empaste, una corona o una férula. Probablemente sienta dolor o sensibilidad. Evite masticar del lado lesionado y siga las instrucciones de su dentista para el alivio del dolor y los cuidados posteriores.